jueves, 19 de abril de 2012

Esta noche:
-RITMO
-CÁLOR
-PLATA
Una cueva en la que se pueda dormir hasta las once.
Un pescador
Un guardavidas
Un negro más negro que la noche y más religioso que un judío.
Un judío.
La piel acostumbrada a la piel y a los besos (hasta con la mina más linda pasa que el novio se la deja de coger porque no le dan ganas).

Noche unoseisdecuatro


Viene una  mujer a buscarnos para ir a comprar el desayuno. Salimos los tres. Ella es rubia y muy hermosa como una actriz de cine y paseamos por un mercado enorme bajo un tinglado alto de chapas. Las mesas con frutas son muchas y tiene los colores más brillantes pero sabemos que en la calle hay guerrilla y los autos pasan rápido y haciendo ruido con los frenos en las esquinas. Es un día hermoso. Olemos las frutas tranquilos antes de comprarlas. Mucha gente vendiendo y comprando. Cuando volvemos al departamento faltan muebles y las paredes están descascaradas. Falta la cama blanca y todo lo que estaba cerca del placard. La silla con los almohadones de pájaros, el perchero con las carteras y los libros que estaban en el aparador de la entrada que parece haber sido arrancado de cuajo. En el medio del espacio una cámara de fotos en su trípode. A mí se me da por mirar lo último grabado y la veo a ella, a la rubia, gritando y torturando a una persona hasta matarla, al mismo tiempo llora y explica sus motivos. Cuando termina la grabación ella llora de nuevo y le pide perdón a quién sería mi novio o mi ex, por momentos es uno y por momentos otro. Cuando él la abraza y le perdona todo ella se tranquiliza y se vuelve a reír como si no hubiese pasado nada. El departamento es un desastre y yo lo tengo que devolver.  Ella es una guerrillera loca y asesina y yo todavía no se bien que pito toco. Se hace de noche y ella se prepara para dormir cortando la calle con almohadones para un lado y almohadas para el otro, pero con la cabeza apoyada en el asfalto. Un auto quiere pasar y toca bocina pero él le explica que ella va a dormir.
Amanecemos en otra casa y hay que preparar las cosas para mudarnos.  Ahora si con mi ex. La rubia se fue.  La casa tiene muchas habitaciones y está dentro de una especie de conventillo. Las piezas son chicas y las paredes están mal revocadas y pintadas con colores viejos y de mala calidad. Los techos son bajos, las puertas angostas. Él mide dos metros y es rengo.  Movemos la heladera con todas las cosas adentro y  yo le pregunto a donde se va a mudar. Queda casi nada por mover. Él me contesta que a la provincia con su familia y me dice que yo puedo ir ahí pero que no quiere estar más conmigo. Le digo de coger y me rechaza. Pienso en vivir en la provincia y estoy adentro de un almacén de barrio con un señor gordo que cuenta de lo aburrido que es vivir ahí. Afuera pasa gente en bicicleta. Recuerdo que yo tenía otra casa y llamo a mi concubina para decirle que vuelvo. Ella dice que ya le alquiló mi habitación a un amigo. Yo le pido que me deje volver porque no tengo a dónde ir, pero ella dice que no. Ya le dijo que sí a él. Y se va a quedar con Petra.  Me desespero y lloro.

Al día

Un ninja motoquero bien  de negro.
A salvo para el viento y el sol de las ocho.
No tomes.
No manejes.
Este es un buen lugar para nosotros, lleno de gracia.
En la vida que viene podemos encontrarnos en un jardín y jugar a hacer cosas de grandes. 
En ésta somos ridículos.
La casa
Los chicos
El miedo
Y tanta cosa que no existe.